María del Carmen
En septiembre de 2023, María del Carmen se unió a nuestro equipo de búsqueda con una historia llena de incertidumbres sobre su origen. Dos años atrás, descubrió que no era la hija biológica de quienes creía sus padres. Ahora, superando los 60 años y sin familiares vivos, sus opciones para descubrir su pasado eran limitadas. Por ello, optó por explorar su ADN ancestral.
Los análisis de ADN revelaron una coincidencia con un posible primo hermano, y el caso fue asignado a nuestra experta, María Soledad Cánepa. Pronto, un apellido emergió de la investigación: Marinelli. María del Carmen había sido criada por los Giménez-Zalazar, un matrimonio plagado de conflictos que la llevaban a buscar refugio en la casa de la mejor amiga de su madre adoptiva, cuyo marido era un Marinelli.
A través del estudio genealógico, dedujimos que este señor Marinelli podría ser su padre biológico. Sin embargo, no declaramos el caso resuelto al no contar con parientes más cercanos que otros primos hermanos para realizar pruebas adicionales.
A pesar de los obstáculos, María del Carmen perseveró en su búsqueda de información sobre su madre biológica. Un primo lejano por parte de su padre adoptivo, Zalazar, proporcionó pistas vagas. Cuando la búsqueda parecía estancarse, en diciembre de 2023, María del Carmen localizó a una hermana viva de su madre adoptiva, Giménez. Decidida, visitó a la anciana, quien a sus 87 años, rompió el silencio y le confesó la verdad: “Yo soy tu tía; tu madre adoptiva era también tu madre biológica, y tu padre era Marinelli”.
Así, tan fácil se allanan los caminos hacia la verdad cuando hay empatía con la angustia que lleva cada buscador de identidad.
La anciana accedió a realizarse una prueba de ADN, y los resultados confirmaron su relato: ella es la tía materna de María del Carmen.
Celebramos la tenacidad de María del Carmen, quien nunca se rindió y continuó su búsqueda incansablemente.
¡Estamos felices de haberla acompañado!